
CADA VEZ MAS CHARLATANERIA Y CORRUPCIÓN PRESIDENCIAL
Todo indicaría que la presidente ya dejó de lado su importante función de gobernar, relegándola a un lejano segundo plano, totalmente en manos de su consorte, y su actividad principal consiste en defender los increíbles dislates que pergeña su esposo en soledad o con los “calificados” integrantes de la mesa chica presidencial.
Es así que en un poco más que mes y medio, exactamente en 47 días, pronunció 58 discursos. Y en un solo día pronunció cuatro discursos en diferentes actos del cual fue protagonista. ¡Un verdadero record de locuacidad presidencial!
Ya todos los argentinos conocemos la facilidad de Cristina de hablar en público. Pero también sabemos que el contenido de su charla se asemeja e identifica cada vez más con la charlatanería barata. Modismos repetidos y las mismas expresiones “muletillas” para rellenar el discurso, muchas veces absolutamente alejado del objeto de su presencia en ese acto.
Cuantas veces, mientras el país se hundía cada vez más, hemos escuchado de boca de esta incorregible amante de los micrófonos, las siguientes conceptos: desarrollo con inclusión social, distribución de la riqueza, memoria de la década del 70, memoria de los predecesores que nos llevaron a la crisis del 2001, la conspiración de los opositores, críticas a sectores económicos, la desestabilización de los medios y otras frases que se repiten hasta el cansancio.
En el último mes agregó el Fondo del Bicentenario, el BCRA , la conspiración de los jueces, los fondos buitres y el siempre presente vicepresidente Cobos..
En la estructura de su discurso con estas frases y mezcladas entre ellas, desarrolla sus ideas fantasiosas, erróneas, falsas o simplemente engañosas.
Por supuesto siguiendo el ejemplo de su consorte y predecesor, nunca una conferencia de prensa. Y cuando eventualmente se dignó a contestar alguna pregunta formulada, siempre descalificó al interlocutor en forma agraviante y de mal modo.
Algunos de sus discursos sencillamente dan lástima y vergüenza por su contenido. Solo para mencionar los últimos dislates presidenciales mencionare la critica a la censura de parte de un discurso presidencial por el canal de TV “TN Todo Noticias”. Ese mismo día la mayoría de los medios probó la total inexactitud o falsedad de la aseveración de Cristina.
También recientemente refiriéndose a los dos millones de dólares que había adquirido impúdicamente su marido en plena crisis económica mundial quiso aclara “que el revuelo se había armado en los medios porque los Kirchner hacen todo en blanco”.
Se nota por esta aclaración, que obviamente la presidente no tiene algunos conceptos suficientemente claros.
Habría que informarle a Cristina que los negocios particulares son absolutamente incompatibles con el desempeño de un cargo oficial y más aún en uno de tan elevada nivel. Que no solo son incompatibles, sino que también constituyen una grave falta de ética política.
En casi treinta años en la administración estatal en los más altos niveles gubernamentales, el ex presidente amasó una fortuna de más de $46.000.000.- Solo en el último año la fortuna familiar creció nada menos que 158,2 por ciento.
Todos los argentinos intuimos con fundada razón, el origen de esa monumental cifra.
La corrupción es tan generalizada y enorme con ribetes desconocidos en nuestra historia (pese a que tenemos un interesante historial al respecto) que figuramos entre los países más corruptos del mundo.
No es extraño entonces que un firme candidato presidencial del peronismo decir que los argentinos seríamos afortunados si en el 2011, la pareja gobernante no se haya robado la Casa Rosada y la Plaza de Mayo.
¿O tal vez la verdad la tenga D´Elia cuando manifestó que la fortuna de Kirchner se debe en parte a lo que heredó del abuelo que era usurero? Todo puede ser en esta familia tan enfermizamente afecta al dinero.
La percepción de la ciudadanía es que esa cuantiosa fortuna es producto de negociados y de la desvergonzada e indisimulada corrupción gubernamental.
Recordemos que después de casi 8 años aún no se sabe con precisión el destino de los 535 millones de dólares que Kirchner, 20 años atrás, sacó de Santa Cruz y envió a un destino desconocido del extranjero.
Pero volviendo a la locuacidad de la presidente en su reciente panegírico sobre la ingesta de carne de cerdo y la actividad sexual, olvidó de completar que la grasa del cerdo (el cuerito crocante como una galletita como le gusta a la presidente) contiene altos niveles de colesterol que como se sabe obstruye las arterias.
¿Será esa la causa de la grave obstrucción de la carótida de su esposo?
En resumen los dislates, fantasías, errores, equivocaciones, y divagaciones de la presidente son infinitos. Desde el ya famoso yuyito, el hache dos cero, hasta las últimas que fueron mencionadas. La lista sería interminable.
Cada discurso le resta puntos en la aceptación pública. Se nota en forma muy evidente ignorancia de lo que está hablando, tergiversación de la realidad y mucha mala fe.
Sus discursos inconducentes generan irritación y rechazo generalizado, amen que se sabe que el pésimo guión de lo que habla, lo escribe la mente trastornada de su consorte.
¿Sabrá Cristina que en boca cerrada no entran moscas? ¿O que uno es preso de sus propias palabras? Sería conveniente que alguien de su entorno le explicase el significado que tal vez no alcance a comprender adecuadamente.
10-02-10 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario