EL DEMOCRATA
Escribe Federico A. Young
DE QUÉ SE SORPRENDEN?
Desde cuándo es sorpresa el fascismo de este gobierno y del sector pseudoprogresista (prohibido decir “zurdo”) autoritario que se siente representado por el? ¿Acaso no es nazi la cultura de callar las voces opositoras, de hacer escraches, de sostener la opinión única y difamar y perseguir a quienes piensan lo contrario?
Por definición, los “facho-progresistas- izquierdistas” (entendamos, los resentidos y los hipócritas que viven de una manera y hablan de otra) mienten y odian. Ahora con el absoluto poder de los servicios de información, reina la política del espionaje y la amenaza. ¿No es nazi la cultura de hacer callar a la Dra. Hilda Molina? ¿Y no eran nazis los escraches y pintadas a los militares? ¿O esos escraches eran lícitos?
¿Y los escraches y las escuchas a los dirigentes agropecuarios? ¿Acaso no eran nazis y fachos los escraches en la Feria del Libro a Neustadt, a Nicolás Márquez, a Juan Bautista Yofre y a tantos otros? Siempre tuvo razón la gran periodista italiana Oriana Fallacchi cuando le dijo a Bernardo Neustadt que la Argentina era un reducto de enanos fascistas. No solamente es fascista el escrache a los periodistas. En Alemania o en Rusia no había que ser periodista para ser escrachado. Y aquí tampoco.
Muchos que hoy braman por la libertad de prensa y los derechos humanos, consentían con su silencio el agravio a los mismos. No debería ser ahora una sorpresa.
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