CON NEGARLO NO SE ARREGLA

Castellanos - 17-May-10 - Opinión

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Enfoque
Con negarlo no se arregla

por Ricardo Medrano
ricardo.g.medrano@hotmail.com

A pesar de ocupar uno de los puestos de mayor importancia en el entramado del gobierno nacional durante los últimos 7 años, Carlos Zannini parece haber roto el silencio casi eterno en el que está inmerso para negar de plano todas las acusaciones surgidas en estos días por el caso de los "retornos" llegados desde Venezuela.

En declaraciones realizadas a una radio de Río Gallegos, aprovechando la asistencia de la cúpula kirchnerista al lanzamiento de Néstor 2011, Carlos Zannini alegó pertenecer al gobierno más impoluto de la historia argentino y acusó directamente al grupo Clarín de estar detrás de las últimas denuncias surgidas contra el matrimonio presidencial y su entorno.

Según el secretario legal y técnico de la presidencia, las valijas llenas de dólares, el venezolano valijero, la presencia de éste en la Casa Rosada y las declaraciones del ex embajador argentino en Venezuela no son más que lucubraciones malignas de los directivos del grupo mediático.

Más allá del desprecio manifiesto hacia todos aquellos medios que no pertenecen al grupo Clarín, pero aún así hacen hincapié en los mayúsculos desmanejos y delitos en los que incurre esta administración nacional, llama la atención la simpleza del pensamiento del que debería ser uno de los "cerebros" de este gobierno.

En el extraño caso de que tuviera razón, y que Héctor Magnetto haya tenido los recursos para plantar esa valija con 800.000 dólares en Ezeiza, para hacer ingresar a Antonini Wilson a Casa de Gobierno sin pasar por seguridad, para lograr poner en boca de Eduardo Sadous las denuncias sobre los negociados, quedan aún muchos puntos oscuros por explicar.

Empezando por la bolsa de dólares en el despacho de la que supo ser ministra de economía, pasando por Enrique "Pepe" Albistur con todas sus cuantiosas irregularidades y terminando con el imputado de moda, Ricardo Jaime, que se ha enriquecido de manera obscena en estos últimos contando como único ingreso su sueldo de Secretario de Transporte.

Debido principalmente a los años de impunidad con los que se han desempeñado las hordas de corruptos que ha soportado el país, los gobernantes han desarrollado una coraza protectora desde la que hacen lo que quieren sin medir las consecuencias, sabedores todos ellos, que en Argentina nadie paga, por eso es que sus declaraciones de defensa ante las acusaciones se asemejen tristemente a insultos a la inteligencia.

Como demuestra Zannini, basta con negar lo evidente para quitarle su marco de realidad, ubicando a todo el país en un lugar donde lo que importa es lo que se dice y no lo que se hace.

Para salir impune de acusaciones puntuales basta con negarlas, echarle la culpa al grupo Clarín o los golpistas agazapados que quieren mantener sus privilegios, esos que supuestamente ataca este mal llamado gobierno popular.

Esperemos que el juicio real, no el lingüístico, lleve a todos aquellos que hacen de la miseria un negocio, al lugar que realmente les corresponde, que no es justamente a sus mansiones malhabidas, sino al frío cemento de una cárcel