Ayer, Cristina Fernández de Kirchner hizo una desafortunada apreciación en una de las redes sociales que utiliza @CFKArgentina. Tal vez la mandataria ha borrado ciertas imágenes negativas de su memoria, buscando revitalizar su gestión solo con buenas noticias; pero en esta oportunidad y por el nivel de compromiso que tiene su gobierno y el de su marido en uno de los hechos más tristes de la minería argentina, sus apreciaciones son un verdadero bochorno.
En esta verdadera parición de la tierra que se lleva adelante en Copiapó, Chile, donde 33 mineros son rescatados con éxito y una enorme dosis de fortuna desde una burbuja a más de 600 metros bajo los pies, el presidente chileno y su esposa, mezclado con familiares y trabajadores hizo el aguante en la circunstancia, notándosele verdaderos rasgos de alegría, solidaridad y preocupación por la situación de los obreros.
En Argentina, la presidenta Cristina Fernández, que encontró el personalizado canal de las redes sociales para comunicarse, también desde su burbuja (menos terrenal), con el mundo, hizo, una vez más, uso de su interminable ingenio para denostar a la prensa nacional y recreó “su” idea del contexto comunicacional en el que se hubiera desenvuelto la tragedia, si este hecho ocurriera en nuestro país. Escribió la presidenta:
“Imagínate por un segundo si esa desgracia hubiera pasado aquí (Dios no lo permita nunca). Madre de Dios…!!! (Aníbal dixit) El Gobierno, responsable absoluto“, comentó la Presidente.
Y agregó: “¿Te imaginás a TN? Organizando marchas a Plaza de Mayo. ¿Y la oposición? Juicio político a CFK. De Vido, retiro de ciudadanía y deportación. Qué la CN (Constitución Nacional) lo prohíbe? No importa. Medida cautelar y listo”.
Respecto del rol de la prensa chilena frente al hecho, la mandataria destacó la “serenidad, responsabilidad, esperanza y hasta casi alegría” reflejada en los medios de comunicación trasandinos. En tal sentido, resaltó que “otra forma de comunicar e informar es posible”, con una característica “respetuosa y racional, sin agregar dolor al dolor o angustia a la angustia“.
¿Qué le hubiera contestado?
A pesar de que me atrae y utilizo la tecnología, personalmente no tengo ni Twiter ni Facebook; pero si lo tuviera, personalmente le habría contestado a la presidenta “twitera” en estos términos:
“Esta desgracia pasó aquí, señora presidenta y vaya si Dios lo permitió. Sucedió en una provincia del sur, en Santa Cruz. En una mina de carbón (YCRT) donde 14 mineros fueron aplastado por la corrupción, la desinversión y la desidia oficial y empresaria. Ocurrió no hace mucho, apenas 6 años; en el 2004, cuando Santa Cruz y la nación era gobernada por su marido y Julio De Vido, responsable directo de la empresa, por los controles que no se hicieron y con posterioridad a la desgracia, hacer el esfuerzo por denunciar penalmente al concesionario Sergio Taselli.
¿Y sabe qué, señora?, nadie le pidió juicio político al presidente (Néstor Kirchner) ni retiro de ciudadanía ni deportación a De Vido (aunque tal vez le hubiera correspondido por el grado de responsabilidad que le cabe). Nada de eso pasó, porque – precisamente – esa Constitución Nacional que es maleable a los caprichos políticos del poder, que se cumple cuando se le antoja al gobernante de turno, no se aplicó en esta como en tantas otras oportunidades, para encuadrar a los responsables y defender a las víctimas.
Tal vez a Ud le resulte atractivo el manejo feliz que hace la prensa chilena del rescate que por estas horas ocupa la agenda pública del mundo, pero debiera saber que aquí en Santa Cruz “su prensa” complaciente, ha olvidado que desde el 2004 no se ha hecho justicia, no existen culpables reales ni responsables políticos que (ni siquiera) hayan sido mencionados por la justicia. Y todos los funcionarios de aquella época que estuvieron acá (provincia) y hoy están allá (nación) no fueron ni serán molestados y el empresario que tuvo la concesión del yacimiento, acusado de vaciarlo y preparar la tragedia más grande que vivió Santa Cruz, sigue haciendo negocios con el Estado (el mismo que Ud representa) y ha sido y sigue siendo, beneficiario de millonarios subsidios.
Lamento que Ud no lo recuerde señora presidenta, pero antes de escribir por la red social, tendría que haber hecho memoria. Dios ya lo permitió en nuestro país y queda muy claro que tanto en la suerte de los mineros como en la actitud de sus respectivas autoridades políticas nacionales, los hechos en sí fueron distintos; y teniendo sobre sus espaldas y la de su marido la gran responsabilidad que les cabe por haber sido parte de todo este triste proceso, yo que Ud, no hubiera hecho tan desafortunada apreciación.
(R. Lasagno/OPI Santa Cruz)
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