miércoles, 3 de julio de 2013
EL ZAFFADOR
¿Somos "soretes"? Los documentos que 'condenan' a Zaffaroni, el protegido K
Cristina Fernández ha recrudecido en las últimas semanas su embestida contra la Corte Suprema, particularmente contra su titular, Ricardo Lorenzetti. Pero nada dijo sobre Eugenio Zaffaroni, cuyo pasado como juez federal penal durante la dictadura militar no puede obviarse (sobre todo desde la mirada ladriprogresista...). En esta nota, algunos documentos que muestran cómo Zaffaroni rechazaba protección legal a familiares de desaparecidos. "Somos soretes si cuestionamos a Zaffaroni", dijo en 2011 Hebe de Bonafini (pero en 1999 lo había denunciado).
Zaffaroni rechazó el Hábeas Corpus presentado por la familia de Alicia Lisso.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) En las últimas semanas hemos asistido al recrudecimiento de la embestida de Cristina Fernández y sus funcionarios contra los jueces de la Corte Suprema de Justicia, luego del fallo que declaró la "inconstitucionalidad" de la reforma del Consejo de la Magistratura.
La Presidente dirigió sus dardos principalmente hacia el presidente del Máximo Tribunal, Ricardo Lorenzetti, y en una especie de 'guerra sucia' le mandó a la Afip. También tuvo críticas -vía Twitter- hacia Carlos Fayt, el "casi centenario miembro de la Corte", de quien cuestionó que a su edad (el 5 de julio cumple 95 años) aún forme parte de la Corte.
Pero de quien nunca dijo nada, y de hecho desde el kirchnerismo se lo defendió cuando fue acusado de tener prostíbulos en departamentos de su propiedad, fue de Eugenio Zaffaroni. Aunque, por su pasado, quizás sea el más polémico de los miembros de la Corte (sobre todo desde el punto de vista ladriprogresista)
Que Zaffaroni se desempeñó como juez durante la última dictadura militar no es una novedad. Respecto a que Hebe de Bonafini lo haya denunciado en 1999, pero luego lo haya defendido en 2011, tampoco hay mucho para decir (más allá de la evidente kontradicción).
Lo que sí es una novedad es la difusión de algunos documentos que muestran cómo Zaffaroni, actual juez de la Corte Suprema, rechazaba protección legal a familiares de desaparecidos. ¿Qué dirá Cristina ahora?
“Resuelvo rechazar el presente recurso de Habeas Corpus número 362 interpuesto a favor de Alicia Lisso, sin costas. Notifíquese”. Con estas palabras, el entonces juez federal penal Eugenio Zaffaroni negaba la posibilidad de que los familiares de Alicia Lisso, una estudiante de La Plata, la protegieran contra una detención arbitraria. El portal Plaza de Mayo publicó estos valiosos documentos, que dan más indicios sobre el pasado de Zaffaroni.
Según había manifestado Lidia Palestrini de Lisso en el pedido de “habeas corpus”, su hija -que entonces tenía 23 años- había sido detenida en su domicilio durante la madrugada del 27 de octubre de 1976 por una “comisión que se identificó como perteneciente a las fuerzas de seguridad”.
Alicia fue vista en un campo clandestino de detención de Los Plátanos. Sus restos óseos fueron recuperados, identificados y entregados en 2011 a sus familiares. Los mismos que habían intentado -sin éxito- que la justicia actuara para protegerla: Zaffaroni había rechazado su pedido.
“Le solicito a Vuestra Señoría que libre despachos telegráficos a efecto de requerir, en un plazo perentorio de 24 horas, informes al señor Ministro del Interior, al señor Jefe de la Policía Federal y al Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, sobre si Alicia Lisso (…) se encuentra detenida en dependencias de alguna repartición, por qué causa y a disposición de qué autoridad competente”, le pedía la madre de la desaparecida al entonces juez Zaffaroni, luego de contar cómo había recorrido dependencias para dar con el paradero de su hija sin obtener ningún resultado.
“Zaffaroni juró bajo los estatutos de la dictadura en el fuero penal, por eso sabía perfectamente bien cuál era su rol en esa etapa, y lo cumplió", señala Enrique “Cachito” Fukman, miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Y añade que "uno de sus roles era rechazar los habeas corpus, por eso la aparición de este documento no nos sorprende”.
"Hay que sacar de la justicia a todos los jueces que fueron cómplices de la dictadura (...) Todos aquellos que de una u otra forma permitieron con su acción que el genocidio se concretara y garantizaron la impunidad deben rendir cuentas ante la justicia. Incluso, por una cuestión de conciencia, deberían presentarse ellos mismos ante la justicia y decir: 'Soy responsable de esto'. Zaffaroni juró por los estatutos de la dictadura y respondió a ese juramento, que implicaba cumplir con los mandatos del Proceso de Reorganización Nacioinal", explicó Fukman al portal Plazademayo.com
# ¿Somos soretes?
"Somos soretes si cuestionamos a Zaffaroni", aseguró Hebe de Bonafini en agosto de 2001, cuando dicho juez estaba complicado por el escándalo de los prostíbulos. "Es un tipo genial", agregó. Sin embargo, en 1999 la misma presidenta de Madres de Plaza de Mayo lo había denunciado.
Hace doce años, Hebe de Bonafini presentó un denuncia en la Justicia Federal contra "los jueces de la dictadura" y en el listado de más de 400 magistrados figuraba el actual ministro de la Corte, Eugenio Zaffaroni.
En diciembre de aquel año, Bonafini y su mano derecha, María "Porota" Meroño fueron a Comodoro Py para pedir que se investigue a los jueces de todas las instancias y fueros que fueron nombrados por el último gobierno militar por "delitos de asociación ilícita calificada; homicidios calificados; lesiones graves y gravísimas; violaciones; privaciones ilegales de libertad; torturas y apremios ilegales".
El petitorio judicial también los acusaba de "sustracción, retención y ocultamiento de personas; violación de domicilios; robos; extorsiones; estafas y defraudaciones; usurpaciones; daños; sedición traición; falsificación de documentos en general, etc".
El petitorio involucraba a todos los funcionarios judiciales que ejercían en 1981 y todo juez que juró entre el 24 de marzo de 1976 y el 20 de septiembre de 1983. Entre ellos, Zaffaroni.
Ahora Hebe asegura que "no hay nadie que lo ensucie por más que le tiren basura. ¿Quiénes somos nosotros para pedirle explicaciones a Zaffaroni?", se preguntó.
Bonafini incluso consideró que el ministro de la Corte "no tiene que dar examen de nada" por los prostíibulos que funcionaban en sus departamentos alquilados, pero omitió que hace 12 años lo consideró un "colaboracionista de los militares".
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